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Los Ciclos de Saturno en nuestras vidas

Saturno - el señor del tiempo y el karma

Modo luminoso

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Las Siete Leyes Herméticas, un conjunto de principios que reúne las enseñanzas fundamentales de todas las cosas manifestadas, se atribuyen a Hermes Trismegisto y fueron compiladas en el libro "Caibalion" (una palabra que tiene la misma raíz que la kabbalah), que básicamente significa recepción en hebreo, o "preceptos manifestados por seres superiores".

Estas leyes poseen un carácter cíclico, al igual que la propia existencia del ser humano, que también se basa en ciclos. Mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, género y causa y efecto, todo está contenido en ciclos.

La constatación de los ciclos en nuestras vidas es evidente. Constantemente estamos reviviendo eventos que se repiten en un intervalo de tiempo determinado, que ya han ocurrido, ocurren y seguirán ocurriendo. A través de los ciclos aprendemos, nos desarrollamos y la repetición nos lleva a reflexionar, madurar y crecer. "Todo lo que tiene un principio, tiene un fin".

Los ciclos (así como los círculos) impregnan toda nuestra existencia desde el inicio de los tiempos. El propio mandala astrológico es un círculo, al igual que nuestro sistema solar, con el Sol en el centro (astro representado en la astrología por un círculo con un punto en el medio), y los planetas en órbitas circulares, lo que provoca eventos repetidos de manera cíclica.

De esta manera, los planetas forman aspectos y están en posiciones específicas cuando nacemos, indicando las energías que nos influirán durante nuestro ciclo de vida. Hay aspectos armónicos y desarmónicos, o energías resonantes y disonantes.

Por ejemplo, Júpiter y Venus generalmente traen ciclos positivos y de expansión, mientras que Saturno y Urano tienden a traer ciclos considerados de retracción, reestructuración y limitación. Algunos ciclos pueden ser tanto positivos como negativos. Por ejemplo, si tenemos un mal aspecto de un planeta beneficioso en una carta astral, como Júpiter, su ciclo de aproximadamente 12 años no será tan positivo.

Lo mismo puede decirse de Saturno que, a pesar de ser considerado un astro maléfico, puede no traer nada negativo si no está en un aspecto desfavorable en una carta, o si la persona no tiene dificultades para lidiar con su energía.

Un capricorniano no tendría muchas dificultades para lidiar con la energía de Saturno, ya que está familiarizado con ella. Sin embargo, este ciclo que tiende a ser más tranquilo para el capricorniano puede ser complicado para un ariano. Ten en cuenta siempre que los aspectos como sextiles y trígonos son más suaves, mientras que los cuadrados, las oposiciones y algunas conjunciones son más tensos y difíciles. Las conjunciones también representan momentos críticos de un ciclo.

Para formar una conjunción consigo mismo, Saturno tarda aproximadamente 29 años en completar su ciclo alrededor del Sol. En otras palabras, es un planeta que tiene un ciclo lento y prolongado, que forma aspectos mayores cada 7 años. Esto equivale a decir que cada 7 años podemos experimentar eventos significativos en nuestras vidas. La entrada consciente a la escuela a los 7 años, la adolescencia a los 14, en fin, el 7 es un número importante dentro del ritmo saturnino.

Saturno siempre actuará de manera catalizadora, exigiendo ocasionalmente que la persona mire hacia adentro y realice las transformaciones necesarias. Además, también funcionará como un termómetro de nuestra conciencia, haciendo que analicemos constantemente nuestras acciones.

Como un "juez", si la persona se niega a realizar un autoanálisis y a llevar a cabo los cambios necesarios, Saturno le dará un empujón para que ocurran las cosas que necesitan suceder en nuestras vidas, ya sea de manera positiva o negativa. Siempre será un desafío, pero sin esfuerzo no hay crecimiento personal.

Por lo tanto, la forma en que la persona maneje las etapas propuestas por Saturno será determinante para ella, ya que dependiendo de cómo se trabajen sus ciclos, puede experimentar un gran éxito personal o frustraciones por falta de conciencia y autoanálisis.

De ahí radica la gran importancia de saber cuándo ocurrirán estos ciclos en nuestras vidas, para que podamos prepararnos de manera más adecuada, examinando nuestro interior en busca de sinceridad acerca de lo que hemos hecho, cómo va nuestra existencia y, qué podemos y debemos hacer, para mejorarla.

Saturno representa al maestro, al orden, a la autoridad. Cuando la oposición de Saturno ocurre a los 14 años, por ejemplo, Saturno ayuda al niño a cuestionar la autoridad de los padres, intentando liberarse. Puede ser un período complicado, lleno de rebeldía y acciones antisociales. El niño tiende a alienarse, buscando afirmarse de alguna manera y liberarse de la autoridad paterna. Sin embargo, en el tercer ciclo de 7 años (a los 21 años), una cuadratura final, la persona ya adulta tiende a adaptarse a los estándares de la sociedad. Las presiones y obligaciones comienzan a apoderarse, reintegrando a la persona en el seno de la sociedad: la universidad, el trabajo, el matrimonio, los hijos...

Con este ciclo de 7 años, que va de los 21 a los 29, llega la posible independencia, la conquista de su propio espacio. La persona define su camino en la vida, crea una identidad propia, persigue sus deseos y aspiraciones. Si no puede lograr sus objetivos antes de los 29 años, pueden surgir crisis en lo que se llama el Retorno de Saturno, donde el planeta vuelve a la posición inicial que tenía en el momento del nacimiento, finalizando 4 ciclos y comenzando sus operaciones en una nueva etapa.

Es como si el planeta viniera a juzgar a la persona, queriendo saber qué ha hecho con su vida hasta ese momento. ¿Ha tenido éxito, está trabajando, está bien en la vida, se ha casado, es feliz, ha adquirido más conciencia, en resumen, ha evolucionado o se ha estancado? Las personas tienden a exigirse cada vez más cada año a partir de ahí. Cuanto más difícil sea el aspecto de Saturno en una carta, mayores serán las exigencias y las crisis.

Ejemplo: Saturno formando aspectos tensos con planetas tensos, como Marte o Urano, hará que el individuo sufra aún más, al igual que si forma aspectos con la Luna y el Sol, que harán que estas crisis se sientan más. La tendencia es que el individuo busque cada vez más una vida estable, pensando en una base sólida que garantice su paz en la vejez.

En el siguiente ciclo, a los 44 años, Saturno estará en oposición consigo mismo, por lo que su influencia será más tenue. Puede surgir el miedo al envejecimiento, la famosa crisis de la mediana edad. El hombre, ahora más maduro, puede adoptar comportamientos diferentes, buscando mujeres más jóvenes, comprando autos deportivos, todo para sentirse más joven. La mujer comienza a temer las arrugas, el declive de su cuerpo y todo lo que trae el envejecimiento. Las cirugías plásticas y los tratamientos estéticos son comunes para ellas, en un intento de congelar el tiempo. Durante este ciclo es muy importante madurar con sabiduría, creando una nueva relación consigo mismo y con el mundo.

No es posible retroceder el reloj, así que es necesario envejecer con gracia, aprovechando al máximo la vida, utilizando todo lo que se ha aprendido hasta ese momento.

Cuando Saturno regresa antes de los 60 años, la persona ya debe estar en un momento de vida positivo, siempre y cuando no esté luchando aún con su envejecimiento. Si ha reflexionado bien sobre la vida, está en paz consigo misma, ha aprendido valiosas lecciones desde el último ciclo. Si ha vivido una vida correcta, ha trabajado, aprendido y se ha ajustado emocionalmente a través de un viaje de autoconocimiento, ciertamente cosechará los frutos positivos de toda una vida. La persona realizada se vuelve confiada, incluso puede seguir siendo productiva durante mucho más tiempo, aprovechando al máximo la vida.

Otro ciclo importante ocurre alrededor de los 74 años. Saturno vuelve a hacer oposición consigo mismo, por lo que las energías del planeta están en evidencia. El flujo energético de Júpiter, que ayuda a la persona alrededor de los 70 años, disminuye. En consecuencia, la energía física y la disposición disminuyen y comienza el declive.

En este momento, es necesario tener un espíritu joven, estar dispuesto y tener una mente abierta para compensar esto, de lo contrario, esta baja energética puede desencadenar una espiral complicada. Algunos pasan por una crisis de vejez y se rinden, otros intentan mantenerse activos y con el corazón alegre. No es raro ver a personas de 80 años más activas que muchos jóvenes.

Los ciclos de Saturno tienen una gran importancia en el ciclo de nuestra vida. No importa si son difíciles, favorables o desfavorables, el hecho es que representan hitos en nuestra existencia y forman parte de nuestro desarrollo como individuos, además de ser esenciales para nuestro crecimiento y desarrollo espiritual.

Saturno representa la conciencia de cada uno, nuestros límites y reglas, lo que haremos en la vida y lo que cosecharemos hasta el final. La energía, que a primera vista puede parecer destructiva o restrictiva, en realidad nos impulsa a lo largo de la vida para ser creativos, promoviendo nuestra evolución. Aprendemos a ser independientes, a asumir responsabilidades, a repensar constantemente nuestro papel en la sociedad, lo que nos lleva a reflexionar y crecer.

Debido a las energías de Saturno, nos preocupamos por nuestro futuro, trabajamos en nuestra juventud para cosechar buenos frutos en la vejez. No aprovechar los ciclos de Saturno sería lo mismo que negar nuestra propia existencia en el mundo que nos rodea.

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quinta-feira, 21 de novembro de 2024 | 15:41