Mercurio es considerado el mensajero de los dioses, responsable de las funciones elementales del intelecto. En su glifo, la parte creciente encima del circulo simboliza la receptividad a las percepciones superiores. En astrología, es el planeta que permite comunicar nuestras ideas, uniendo el supraconsciente, el consciente y el inconsciente a medida que nos relacionamos unos a otros. También rige las actividades y transportes de la vida cotidiana, la rutina diaria y los obstáculos asociados a esta rutina.

Es una estrella con una connotación adaptable y multifacética, que se expresa en función de la conexión que tiene con otros factores. En su modo de funcionamiento, cuando el círculo debajo de la parte creciente está bajo tensión, podemos volvernos intelectualmente arrogantes. Si la parte creciente es demasiada fuerte, podemos volvernos muy idealistas. Si la Cruz (que está debajo del círculo) tiene mucha fuerza, puede indicar una forma de comunicarse más calculadora, manipuladora y motivada por el materialismo.

El conocimiento de las leyes universales de causa y efecto y el manejo de energías armónicas mejoran positivamente a Mercurio, permitiéndonos así comunicarnos de manera precisa y equilibrada para transmitir nuestras ideas.

El mensajero de los Dioses

Mercurio está asociado con Hermes, el mensajero de los Dioses, responsable de hacer el puente entre lo etéreo y la materia. La forma en que razonamos, hablamos, escribimos, nuestra coordinación motora y el sistema nervioso en general, revela cómo Mercurio trabaja dentro de nosotros como una correspondencia de los cielos en nuestro universo personal.

Mercurio se desplaza alrededor de 1 grado y 20 minutos al día, un poco menos cuando está retrógrado. El planeta tarda menos de 1 año (88 días) en trasladarse a través de todos los signos del zodíaco, tomando entre 2 semanas y 2 meses en cada signo. Con esto, logra realizar unas 4 vueltas alrededor del Sol al año.

Las Casas 3 y 6 están asociadas con Mercurio, que rige a Géminis y Virgo, tiene su caída en el signo de Piscis y tiene el miércoles como día. El Sol y Venus son estrellas con afinidad por la energía de Mercurio, mientras que la Luna ya le es más hostil. Marte, Júpiter y Saturno son neutrales con relación a Mercurio.

El planeta nos obliga a pensar, a diferenciar las cosas y a expresarnos de una manera única. Es la fuerza detrás de nuestras actividades mentales y está asociada con nuestro sistema nervioso, es decir, el sistema de comunicación y transporte dentro de nuestros cuerpos. Dependiendo del posicionamiento en la carta astral, Mercurio tiende a hacer que una persona hable o escriba demasiado, se vuelva demasiado crítica o sea un buen orador.

Haciendo una comparación, lo que sentimos ante una determinada situación es el rol de la Luna, mientras que la forma en que resolvemos, racionalizamos e intelectualizamos sobre las mismas situaciones para actuar posteriormente tiene que ver con Mercurio.

Qué puede aportar Mercurio a su carta astral

Mercurio es la correspondencia celestial que nos permite usar la inteligencia y la racionalidad para abordar problemas y otras cuestiones en nuestra vida diaria. Si estuviéramos regidos solo por nuestros instintos (Luna), la acción bruta (Marte) y la afectividad/impulsos sociales (Venus), nos pareceríamos mucho más a los animales en la forma de actuar. Mercurio es lo que hace al Ser humano racional.

Un posicionamiento bien colocado de Mercurio en la carta astral permite que una persona comprenda, procese y almacene información de una manera pragmática, ordenada y fluida. Por lo tanto, esta situación puede funcionar muy bien para académicos o estudiantes de cualquier tema. Mercurio se encarga de utilizar nuestros sentidos para razonar y comunicarnos correctamente en diferentes situaciones.

Sin embargo, Mercurio completa y equilibra nuestros instintos, dándonos la capacidad de usar la lógica en nuestra experiencia. Permite a nuestra mente tomar conciencia de nuestro entorno y convertir todo en información. Esta capacidad de comunicación nos permite luego transmitir información de manera coherente.

El posicionamiento de Mercurio en cada signo y sus elementos es lo que determinará cómo funciona nuestra organización y la capacidad de recopilar y catalogar la información adquirida por medio de nuestras experiencias y sentidos, y cómo la procesaremos y transmitiremos. Es lo que activa nuestra curiosidad y nuestro deseo de conocer y saber sobre algo.

Además de todo esto, también simboliza a las diversas personas que nos rodean, como compañeros de colegio, compañeros de trabajo, vecinos, amigos que hacemos en la infancia y adolescencia, niños, hermanos y primos. Las principales funciones que trata son la atención, la curiosidad, el aprendizaje, la comunicación por medio del habla y la escritura, las habilidades manuales, el movimiento físico, la percepción sensorial y el conocimiento básico.

La casa astrológica donde se encuentra Mercurio en una carta astral es el área de la vida donde la persona tiene la expresión más fácil.

El lado positivo de Mercurio, es decir, cuando no está tensionado por ningún aspecto o bien utilizado, aporta versatilidad, practicidad, habla inteligente, elocuencia, buena persuasión, éxito en hablar en público, una mente perspicaz, ingenio, habilidad intelectual y manual, inteligencia precisa y objetividad. Aporta también una cultura general que nace de la capacidad de asimilar ideas e información, el placer de comunicar, la curiosidad, el impulso por descubrir y un espíritu que nos ayuda a adaptarnos al entorno en el que vivimos. Un “buen Mercurio” puede hacer que una persona tenga una mente brillante, sea un buen gerente, vendedor y comunicador, además de influir positivamente en las habilidades manuales y artísticas.

El lado negativo del planeta, en cambio, puede traer problemas físicos de locomoción, inquietud, crítica excesiva, sarcasmo, demasiada superficialidad, nerviosismo, trampas, mentiras, fraude e irresponsabilidad. En una eventual tensión de Mercurio, la persona pasa a ser sarcástica, mentirosa y usar la falsedad, engañando, difamando y teniendo la “lengua filosa” en algunos momentos. Abre puertas al cálculo, el escepticismo, la creencia en verdades absolutas e indiscutibles desde su punto de vista, además de influir en los problemas de comunicación. El buen comunicador pasa a hablar demasiado y sin objetividad, tardando demasiado en ser capaz de explicar las cosas, la persona perceptiva y aguda se vuelve distraída, con la mente dispersa, etc.

Los niños con mercurio débil o mal aspectado pueden empezar a hablar tarde, por ejemplo. Un Mercurio afectado también puede influir en los ataques de pánico o estrés con más frecuencia.

El planeta también ofrece pistas importantes sobre las preocupaciones que ocupan nuestra mente y la posición en los signos es crucial porque revela qué tipo de tendencia psicológica motiva y determina la capacidad de la persona para tomar decisiones y transmitir sus ideas. También nos dice mucho sobre el tipo de información y hechos que una persona observa y considera importantes, cuáles ignora y cuáles siempre estarán en su mente. Por ejemplo, el pensamiento de alguien con Mercurio en Tauro puede estar fuertemente influenciado por la importancia material o la utilidad práctica de determinadas ideas, además de una mayor terquedad en los debates.

Pensamiento y comunicación

Mercurio tiende a no actuar muy bien cuando se posiciona en signos de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis), ya que generalmente establece un vínculo entre la emoción y la lógica / racionalidad, lo que obviamente puede no ser una buena asociación (aunque puede hacer que una persona sea más creativa e imaginativo). En cuanto a las casas astrológicas, Mercurio tiene el poder de aumentar la inteligencia y la capacidad de comunicarse cuando se coloca en las casas 1, 3, 5, 6 y 10. Mercurio generalmente no aplica una energía tan eficaz y armónica a las casas 4, 8, 9 y 12, aunque la comunicación siempre será más fluida en asuntos regidos por la casa donde se posiciona Mercurio.

Por ejemplo, si Mercurio está en la casa 5, puede haber una buena comunicación con los niños y sus propios hijos, lo que también hace que el nativo se interese más en hablar sobre creatividad, películas, entretenimiento, deportes, romances y los diversos temas que la casa 5 representa. La persona tiende a conocer e interesarse mucho por las cosas de la casa y signo donde está Mercurio.

Mercurio también es un planeta muy flexible y adaptable, por lo que cualquier planeta junto con él puede hacer que “absorba” la forma de actuación de este otro planeta. Por ejemplo, si Mercurio está en conjunción con Saturno, la comunicación puede volverse más difícil, fría, directa, corta o seria.

Un dato interesante es: En una carta astral, Mercurio solo puede estar posicionado en el mismo signo que su Sol, en el signo anterior a él o en el posterior, ya que nunca está a más de 28º del Sol (cada signo tiene 30º). Por ejemplo, si su signo solar es Piscis, pero su Mercurio está en Aries, usted tiende a tener muchas ideas creativas y una esencia “viajera”, pero al comunicarlas puede ser muy impulsivo, hablando como una ametralladora, sin dar tiempo a los demás para absorber lo que quiere decir.