Parte de la Fortuna en Virgo en la Carta Natal

Muchas cualidades de Virgo se destacan cuando este signo se encuentra en la Parte de la Fortuna. Si tuvo muchas experiencias positivas en la infancia, se espera un mayor sentido de solidaridad en la madurez, cuando adquiere la capacidad de ponerse verdaderamente en el lugar del otro, con mayores posibilidades de ver la vida por el prisma de la humildad y de la disposición a ayudar.

No debe quedar ocioso durante mucho tiempo, debe producir constantemente, tener un trabajo o una ocupación son actitudes que pueden brindarle gran satisfacción personal. Es posible que también sienta un deseo natural de sentirse limpio y puro. El contacto con el orden también puede generarle una enorme satisfacción. Con este posicionamiento, la persona puede tener una mayor noción de que los detalles son importantes, y las pequeñas cosas no deben acumularse para que no se conviertan en una carga en el camino.

También puede sentir una necesidad inherente de perfeccionarse en todo lo que hace, de ver sus entornos organizados y de cuidar los detalles, además de sentirse parte de una perfección mayor que sí mismo. Además, puede sentir un gran placer de cuidar a su salud, a sí mismo y al mundo en general.

La fuerza del trabajo y la voluntad de realizar tareas de manera más solícita son una tendencia suya. Sin embargo, si hay tensión en el posicionamiento o si sufrió demasiadas exigencias en la primera etapa de la vida, sin apoyo ni reconocimiento, puede tener miedo de equivocarse o de ser incapaz de cumplir determinadas tareas. El exceso de exigencias y de reglas de conducta estrictas pueden llevarlo al agotamiento mental y generarle impresiones que lo acompañarán a lo largo de la vida. Si existe tal tensión, el individuo podrá sentir una mayor necesidad de aprobación, tener miedo de no lograr ser lo suficientemente bueno y sentirse mal por no complacer a los demás.

En este contexto, podrá desarrollar un perfeccionismo excesivo que le haga sentir que siempre tiene que dar lo mejor de sí sin esperar nada a cambio (y lo que incluye reprimir sus sentimientos, ya que también puede sentir que no puede mostrar debilidad para no convertirse en una carga para los demás).

Todo es una cuestión de ajustes. El primer paso es identificar si estos sentimientos existen y luego abordar las impresiones negativas que pueda tener sobre sí mismo, transformando el patrón de sumisión en autosuficiencia. De esa manera, tendrá más autoestima y podrá alcanzar el potencial de sus cualidades, volviéndose una persona más productiva y capaz de ayudar a quienes lo necesitan. Esto se puede lograr por medio la terapia o de insights resultantes del autoconocimiento y del autoanálisis.

Debe cultivar el discernimiento, el análisis y la tolerancia. Probablemente se sentirá mucho más feliz cuando todo esté organizado, ya que hay expectativa de gran satisfacción cuando ve que todo funciona en el más perfecto orden.